jueves, 11 de agosto de 2011

marco teórico

En el valle del Anáhuac las tecnologías agrícolas posibilitaron alimentar a una población mayor a 25 millones de habitantes, en donde era evidente el gran avance ingenieril y de producción alimentaria con la implementación de campos de cultivo urbanos y semiurbanos como los Calpulli y las chinampas, en una lógica de sustentabilidad.
Estas estrategias agrícolas sustentables ponen de manifiesto el cuidado y conservación de los ecosistemas del Anáhuac, que posibilitó alimentar a numerosos grupos humanos; involucrando el plano natural; “los descubrimientos nos ayudan a entender la influencia que ha ejercido el medio ambiente sobre el desarrollo de las sociedades humanas y, tan importante como esto, el impacto de los seres humanos sobre la tierra”.[11]

Los ecosistemas mesoamericanos fueron dañados por la introducción de nuevas técnicas de cultivo y la ganaderización de la agricultura que trajeron los españoles; trastocando el modelo productivo y aprovechando la manera existente de acopiarse tributo, al mantener las rutas de abasto que habían constituido los mexicas, quienes con sus rutas comerciales posibilitaban un crecimiento económico y un desarrollo de carácter sustentable, donde la acción de los pueblos originarios mesoamericanos fue mayormente el respetar la naturaleza.
Los modelos científicos y tecnológicos de ultramar se implantan en la nueva España, aunque llegaron a absorber algunas tecnologías de producción local efectivas.
En mayor medida durante la revolución industrial se intensifica la tecnificación. Necesariamente tenemos que referirnos a la triada conceptual Ciencia-Sociedad-Tecnología, donde es imprescindible considerar los contextos sociales y culturales; para la agricultura: se expresan las formas de proponer estrategias alimentarias y si bien los ciclos productivos llegan a ser similares para la mayoría de los productores agrarios, hay maneras particulares de trabajar la tierra, de concebir, diseñar y fabricar instrumentos de trabajo, y vivienda, dependiendo de las condiciones del suelo.

La cultura rural, es una situación inherente a las necesidades propias campesinas; donde se gestan tecnologías tradicionales con sus consecuentes medios e instrumentos productivos. En consecuencia, el desgaste del suelo y la necesidad de liberar el trabajo posibilita que se hayan inventado un sinnúmero de instrumentos. El conocimiento de los procesos de creación de tecnologías tradicionales es importante para comprender las características históricas de los procesos productivos, si bien se han desarrollado dentro de la lógica cultural mexicana como un paradigma propio, como expresión local y regional, se debe valorar su valor universal; y conocerlos permite eficientarlos, evitando caer en la mala costumbre de importar tecnologías modernas sin ser realmente necesarias, es decir, no caer en la lógica de incorporar o transferir tecnologías sin considerar el valor de las tecnologías alternativas locales, que se manifiestan desde las mismas condiciones de creación regional.

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